– Coloca el arroz en un recipiente con agua tibia y déjelo reposar a un lado durante 15 minutos.
– Mientras tanto, coloca la cebolla picada, el diente de ajo y ½ taza de agua fría en una licuadora y licúa hasta que tenga una textura suave.
– Después de 15 minutos, escurra el agua y enjuaga el arroz con la ayuda de un colador y de agua fría hasta que el agua sea clara. Asegúrate de drenar bien y eliminar el exceso de agua, tiene que estar lo más seco posible.
– Agrega el aceite vegetal a una cacerola o Cazuela y coloque sobre fuego medio alto; con el aceite caliente, agrega el arroz. Fríe el arroz, revolviendo constantemente hasta que se vuelva transparente, unos 12 minutos. Con la ayuda de una cuchara, drene el exceso de aceite después de finalizar este paso.
– Adiciona la mezcla de cebolla y ajo, al arroz y revuelva (tenga cuidado de no presionar o romper los granos de arroz).
– Añada el agua caliente, las ramitas de perejil y el chile Serrano (si lo vas a usar) y unas gotas de jugo de limón.
– Cuando el agua comience a hervir, baja el fuego de la estufa a más bajo, sazona con sal a su gusto y cubra la cacerola, no quite la tapa. NO revolver mientras se cocina.
– Después de 20 minutos el agua debe ser absorbida casi completamente; el arroz debe parecer cocinado y suave. Retira del fuego y deja reposar unos 10 minutos, el arroz se seguirá cocinando con su propio calor, finalmente puedes retirar la ramita de perejil y servir.