– Coloca el arroz en un colador y enjuague hasta que el agua salga clara. Si no lo enjuaga, los granos de arroz se pegarán uno al otro. Una vez enjuagado, colócalos en un recipiente y cubra con agua. Deja reposar durante 15 minutos. Después de este tiempo, drene el exceso de agua del arroz. Este paso hará que el arroz quede esponjoso.
– Ahora, en una sartén antiadherente, calienta el aceite a fuego medio. Añada el arroz escurrido y fríe, revolviendo de vez en cuando; además de agregar sabor adicional, freír el arroz también ayuda a los granos a no pegarse. Este paso durará aproximadamente 7 minutos. El arroz obtendrá un color dorado muy ligero.
– Mientras el arroz se está friendo, disuelva los 2 cubitos de caldo de tomate con sabor de pollo Knorr, ajo y cebolla en polvo en 2 tazas de agua caliente, para formar una mezcla uniforme.
– Agrega la mezcla de agua anterior al arroz y revuelva. Añada el chile serrano o un trozo de chile verde, si lo usas. Encienda el fuego a alto por aproximadamente un minuto o hasta que el agua del arroz comience a hervir. A continuación, reduzca el fuego a bajo.
– Coloca la tapa o cubra con papel aluminio y cocine durante unos 15 minutos. No revuelvas el arroz mientras se cocina este paso. En caso de que tu arroz se vea seco después de 10 minutos, agrega 2 cucharadas de agua caliente alrededor de los bordes de la sartén. Una vez cocido, retira del fuego y déjelo reposar otros 5 minutos antes de servir. ¡Disfruta!