– Coloca los tomates, 1 diente de ajo y las rodajas de cebolla en una olla cubierta con agua. Cocina a fuego lento durante aproximadamente 12 a 15 minutos hasta que esté cocido. Drena el agua, reservando ¼ taza del líquido de cocción.
– Coloca estos ingredientes en la licuadora para hacer la salsa: chiles Chipotle, los tomates (sin piel), el ajo y las rodajas de cebolla blanca. Agrega el líquido reservado si es necesario para obtener una textura más liquída. Deberías tener alrededor de 2 tazas de salsa.
– Calienta 3 cucharadas de aceite en una sartén grande y comienza a freír las tortillas hasta que estén doradas y crujientes, por tandas. Es posible que las tengas que freir en 2 o 3 tandas para evitar que se amontonen en la sartén. Escurre las tortillas en toallas de papel. Repite el proceso hasta que termines con el resto de las tortillas.
– Limpia la sartén con una toalla de papel, ponlo de nuevo a fuego a medio y agrega 1 cucharada de aceite.