– Coloca los chiles secos en un molcajete o mortero y muélelos hasta obtener una mezcla de polvo fino. Si no tienes molcajete o mortero puedes usar la licuadora o un moledor de especias.
– Espolvorea un poco de esta mezcla sobre la fruta de tu elección; baña con jugo de limón y... ¡a disfrutar!
Si el chile piquín no está disponible en tu área puedes sustituirlo por cualquier otro chile seco picante.
Esta mezcla puede servir como un ingrediente más para sazonar carne asada, aves o pescados.