– Con la ayuda de unas tijeras de cocina o un cuchillo pequeño afilado, haz un corte a lo largo de los chiles para eliminar las semillas y las venas.
– Coloque los chiles ya limpiados en el agua tibia y remojar durante 10-15 minutos.
– Una vez que los chiles ya están suaves colocar en una licuadora con el ajo y pimienta negra. Agregue 1 ½ taza del agua de remojo y licua. Si tienes una licuadora profesional la salsa será muy suave y no tendrá que pasar la salsa a través de un tamiz o colador.
– Almacenar en un frasco de vidrio en el refrigerador por hasta tres días o en el congelador por 3-4 meses. Revuelva bien después de descongelar. A la hora de utilizar sazona con las especias o hierbas que el platillo que estás preparando requieran.