– Coloca los chiles picados y la ½ taza de agua en tu licuadora, licúa durante unos segundos hasta obtener una textura semi gruesa. Si la mezcla sale con una textura fina, está bien, no tendrás problema con eso.
– Calienta el aceite en una sartén; una vez que el aceite está caliente, añade la cebolla picada, fríe durante un minuto, sólo el tiempo suficiente para que se haga transparente.
– Ahora, vierta la mezcla de chiles Serrano; una vez que comience a hervir, reduzca el calor y cubra la sartén. Si el agua se evapora durante la cocción agrega unas cuantas cucharadas de agua. Tardará unos 8 minutos en cocinar, sabrás que la salsa está lista cuando los chiles han cambiado de un color verde brillante en un color verde claro pálido, y el aceite flotará en la superficie. Sazone con sal y disfruta.
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– En mi casa nos encanta usar esta salsa con carnes, huevos fritos, tostadas, frijoles refritos, e incluso sola por sí misma sobre pan casero crujiente.