– Coloca los chiles árbol, chiles guajillo, y el ajo en una cacerola con el agua, encienda el fuego a alto, y una vez que el agua comienza a hervir, baje el fuego y cocine a fuego lento durante unos 20 minutos, o hasta que los chiles estén muy blandos. Debido a los vapores, los chiles desprenderán su olor, asegúrate de que tus ventanas estén abiertas o encienda el extractor.
– Retire la cacerola del fuego y déjala caer a temperatura ambiente; una vez que se haya enfriado, coloca los chiles, el ajo, las especias, las hierbas secas, el vinagre y una taza de agua para cocinar en tu licuadora; licúa hasta que tengas una textura muy fina.
– Vierta la mezcla en un recipiente de vidrio con un colador, para quitar cualquier pedazo de pieles de chile.
– Vierta nuevamente la mezcla en la cacerola, a su vez encienda la estufa a fuego medio-alto, y cocine lentamente durante unos 5 minutos. Esto es justo el tiempo suficiente para reducir la salsa a la consistencia deseada y para permitir que los sabores de las especias se mezclen. Una vez más, no te olvides de tener las ventanas abiertas y / o encender el extractor de olor.
– Puedes usar esta salsa inmediatamente, aunque los sabores serán después de dos semanas. Esta salsa puede durarte hasta 6 meses en tu refrigerador. ¡Disfruta!