– Quita el tallo de los chiles y con unas tijeras corta los chiles para que puedas quitar las semillas. Algunas personas les gusta preparar la salsa con todo y semillas. Eso es algo personal.
– Coloca los chiles árbol y frielos ligeramente usando movimientos rápidos para evitar que se quemen. Inclina el sartén para separar los chiles del aceite. Si decides duplicar la cantidad de chiles, asa los chiles en tandas para que no se amontonen en el sarten.
– Para que los chiles se enfrien colocalos sobre toallas de papel o un colador hasta que estén completamente fríos. Colócalos en tu licuadora o procesador de alimentos con el ajo y un poco de sal al gusto.
– Procesa durante unos segundos solo para triturar los chiles y colócalos en un frasco de vidrio. Agrega un poco del aceite sobrante para cubrir la mezcla y estará lista para usarse. Sabe mejor al día siguiente y la mejor parte es que se conserva muy bien por varias semanas en refrigerador.