– Calienta una sartén o una comal gruesao a fuego medio, una vez que esté caliente. Coloca los tomates, la cebolla, los tomatillos y el ajo para asar en la sartén.
– Asa los ingredientes hasta que empiecen a mostrar ampollas oscuras y estén ligeramente suaves, girándolos para asegurarte de que se asen uniformemente. El ajo se asa en unos minutos y tendrás que quitarlo y quitar la cascarita.
– Cuando los tomates y la cebolla se vean suaves, es hora de y colocarlos en la licuadora o procesador de alimentos junto con el ajo.
– Ahora en el mismo sarten o comal caliente tuesta los chiles y tápalos ligeramente con una tapa, este será un paso muy rápido ya que la piel de los chiles se queman fácilmente, lo que les da un sabor amargo y desagradable, así que asegúrate de voltearlos y asar los chiles sin quemarlos rápidamente.
– Coloca los chiles en la licuadora junto con el resto de los ingredientes, licua hasta que tengas una textura fina. Si tu salsa es demasiado espesa, agrega un poco de agua. Sazona con sal y sirva en un tazón.