• Llena una olla grande con agua y gira el fuego a un nivel medio alto
• Limpia y enjuaga bien las tripas. Haz este paso muy rápidamente: si las dejas demasiado tiempo en el agua tendrás tripitas muy duras como hule, como resultado final. Escúrralas bien. Las tripitas que venden en los supermercados de Estados Unidos suelen venderse limpias, pero un poco de enjuague es mucho mejor.
• Cocina a fuego lento las tripitas en la olla grande teniéndola cubierta durante 30 minutos a fuego bajo. Deben quedar suaves cuando están listas. Déjalas enfriar, una capa de grasa se formará en la superficie del caldo, así que retira la grasa. Escurra las tripitas en toallas de papel y córtalas en tamaño pequeño, alrededor de 1 pulgada de larga.
• Ahora, en una sartén, coloca alrededor de 2 cucharadas de aceite. Cuando esté lo suficientemente caliente coloca las tripitas y fríe durante unos 8 a 10 minutos hasta que estén doradas por fuera pero aún suaves por dentro. Si las dejas más tiempo, quedarán algo tostadas.

Sirva en tacos con tortillas de maíz calientes. Adorne con cebolla, cilantro y una salsa picante. Sazona con sal.