Pica la carne en trozos de 1 pulgada y colócala en una bolsa de plástico, sazona con sal si es necesario (las carnitas normalmente están saladas).
Usando una banda elástica, hilo de cocina, o un lazo torcido, ata la bolsa.
Presiona la bolsa en una cacerola o bandeja de vidrio para darle la forma cilíndrica. Asegúrate de que la carne esté bien apretada.
Coloca un plato sobre él y ubica un objeto pesado en la parte superior para aplicar presión (puedes usar latas de sopa grandes, para este fin).
Deja que la carne se comprima durante la noche, y luego quita la bolsa de la cacerola y refrigera. Ahora, está lista para ser disfrutada cocinada con salsa verde, salsa guajillo, y similares, o incluso rellenos en algunas gorditas.