Enjuaga el arroz y colócalo en un recipiente. Cubra con agua tibia y déjalo remojar durante 15 minutos.
Mientras el arroz se está remojando, sazone el pollo con sal y pimienta. Calienta el aceite en una cazuela grande u olla; una vez que el aceite esté caliente, agrega las presas de pollo y cocine durante 5 minutos por cada lado. Retira de la olla y deja a un lado por el momento.
Ahora es el momento de cocinar el arroz, escurra el arroz con un colador y agítalo para asegurarte de que no tenga exceso de humedad. Antes de que añadas el arroz a la cazuela, asegúrate de que sólo hay una cucharada de aceite en ella. Si ves más aceite o grasa del pollo en la cazuela, retíralo, ya que demasiado aceite hará que tu arroz quede blando. Ahora, mezcla el arroz y cocine a fuego medio alto durante 3 minutos.
Agrega las zanahorias en cubitos y las cebollas picadas. Cocine durante 3 minutos más.
Coloca el tomate picado y el ajo en tu licuadora, junto con ¾ tazas de agua tibia y licúa hasta que sea suave.
Vierta esta mezcla sobre el arroz y déjelo cocer por un par de minutos. Una vez que comience a hervir, reduzca el fuego, sazone con sal, añada las presas de pollo y cubra la cazuela. Cocine durante 1 minuto, luego agrega las ramitas de cilantro y los chicharos verdes (vea la nota arriba). Mantenga la cocción durante 6-8 minutos más.
Una vez terminada la cocción, retira la cazuela o la olla del fuego y déjela reposar por 12-15 minutos más. Puedes cubrir la olla con una toalla de cocina para absorber toda la humedad del arroz.